El retorno de Paola Espinosa prestigia los clavados de Barranquilla 2018

Barranquilla, Colombia, 19 jul (PL) La laureada clavadista mexicana Paola Espinosa confesó hoy a Prensa Latina sentirse emocionada por volver a las competencias en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla luego de pasar por la maternidad.
La multimedallista olímpica y mundial azteca clasificó para la final del trampolín de un metro en la primera prueba que acogió el tanque de clavados del Complejo Acuático Eduardo Movilla, y aspira mañana a llevarse una medalla aunque es modalidad nueva para ella.
Fue una competencia muy larga, con mucho sol, pero anímicamente me siento muy contenta, pues es mi primer evento después de los Juegos Olímpicos de Rio y de haber sido mamá, confesó la atleta de 32 años, quien también buscará una presea en el trampolín de tres metros.
Me encantaría subir al podio mañana, es algo por lo que estoy trabajando desde hace ya bastante tiempo, y tengo mucha ilusión de poder hacerlo, refirió acerca de la final que será este viernes a partir de la 16:00 horas.
La clavadista, otrora estrella mundial en la plataforma de 10 metros, reconoció que este nuevo reto es muy diferente. Estaba acostumbrada a dar muchas vueltas, a que hubiera mucha altura, pero aun así estoy disfrutando mucho el trampolín, me gusta hacerlo, señaló.
Paola concluyó la prueba en el segundo puesto con 263,30 puntos, muy cerca de la colombiana Diana Pineda (263,74), subcamepeona de la modalidad en Veracruz hace cuatro años. Su compatriota Carolina Mendoza la siguió, junto a las cubanas Anisley García y Leydis Ruiz.
Los rivales me parecieron muy bien, creo que todas estuvimos con un nivel bastante alto, cada vez hay más niñas con buen grado de dificultad, más parejo todo, son muy buenas, valoró la mexicana.
Interrogada sobre cómo fue la sensación de regresar al deporte después de dos años de inactividad y tras pasar por un momento tan especial como la maternidad, la titular en la plataforma de 10 metros en el Mundial de Roma 2009 aseguró que fue momento de muchos nervios.
El volver a retomar esa rutina que antes la tenía muy bien prevista, de cuántas horas antes me levanto, a qué hora desayuno, es una sensación muy excitante. Ahora no es solo acoplarme al trampolín, sino a los entrenamientos que estoy llevando con Iván Bautista, a la nueva forma de competir que es muy distinta.
Sin embargo, Paola se sabe un ídolo entre tantas jóvenes rivales, que la ven como un rol a seguir y, por supuesto, la figura que sueñas con derrotar.
Me siento muy halagada, es una recompensa a mi trayectoria pero también yo las admiro mucho. Veo el esfuerzo que hacen las niñas por estar en el trampolín y me parece muy valiente de su parte el tratar de competir en este deporte tan complejo, concluyó.